Por Rosa Aparicio
Cuando a principio de curso empecé a conocer algunas experiencias educativas que trabajaban creando videos “stop motion” me despertaron la curiosidad aunque, era tanto lo que tenia por hacer primero que, como se dice, lo urgente no dejó hacer lo importante, y acabé por descartar la idea de utilizar este recurso en el aula.
Una vez tuve un poco estructurado el curso y definidos los objetivos y contenidos del mismo, empecé a buscar recursos TIC para poder desarrollar algunas partes de la materia que nos ayudasen a entender mejor algunos conceptos y de este modo hacerlo más accesible a los alumnos, sobretodo a los que presentan NEE. Este curso, además, teníamos por objetivo trabajar la inclusión de estos alumnos en el aula ordinaria con el resto del grupo clase, así que elegimos la asignatura de conocimiento del medio. Es una materia que, a veces, resulta complicada ya que precisa un alto grado de abstracción y conocimientos previos que algunos de mis alumnos no tienen, así que cuando empezamos a trabajar el tema de “El Universo”, vimos que necesitábamos alguna herramienta que nos ayudase a explicarlo mejor.
Fue entonces cuando pensé en los “stop motion”, era el recurso ideal para que entendieran el funcionamiento del universo. Así que propuse a la clase hacer un proyecto sobre el movimiento de los planetas alrededor del sol y crear nuestro propio material TIC. Fue un proceso muy interesante que nos permitió trabajar con distintos recursos y materiales y en el que los alumnos fueron creando poco a poco el material del tema.
Tras varias sesiones de trabajo, en las que los alumnos prepararon los diferentes materiales, el resultado fueron el libro y el “stop motion” que aquí os mostramos. A lo largo del diseño y la creación de estos materiales los alumnos reprodujeron el Sistema Solar en plastelina, redactaron textos explicativos para cada planeta, los fotografiaron, crearon el video y grabaron las locuciones de audio. Acabó siendo un proyecto interdisciplinar en el que trabajamos varias áreas curriculares al mismo tiempo (lengua, mates, conocimiento del medio, plástica) y en el que reforzamos varias de las principales competencias básicas.
Pero lo mejor de todo es que fue un proyecto donde todos los alumnos tuvieron cabida, donde cada uno aportó ideas y conocimientos en la medida que pudo, en el que aprendieron a trabajar de forma colaborativa y en el que la inclusión escolar fue un proceso natural y real en el aula. Ha sido una experiencia muy gratificante para todos nosotros, un punto y aparte en el día a día escolar en que hemos disfrutado creando y aprendiendo juntos. Al mismo tiempo, ha sido un ejemplo de como las TIC aportan valor a los procesos educativos y facilitan procesos de aprendizaje a los alumnos con diversidad funcional. Os animamos a probar este nuevo recurso y a experimentarlo en vuestras aulas!